mejor no improvisar

Menos mal que me conozco más incluso de lo que yo espero. Con ciertas personas me pasa, que cuando estamos comentando alguna de mis actitudes, llega un momento en el que casi me creo más su opinión que la mía propia. Entro en una dura lucha interna enfrentando a la parte de mí que intenta convencerme que nadie me conoce mejor que yo misma, y la parte que me muestra una fugaz película de recuerdos en los que he hecho míos los valores que una buena moral debe guiar por miedo a asumir ciertos rasgos de mi personalidad. . Es cierto que a día de hoy, y después de muchísimas noches sin dormir autoevaluándome con duro criterio, puedo decir que sé bien quién soy, con sus cosas buenas y con las malas. Diré también que, en general, me gusto bastante.

Como decía, menos mal que me conozco y he aprendio a base de muchos suspensos que el día de antes a un examen soy incapaz de estudiar. Recuerdo cómo alucinaba cuando veía lo histérica que se ponía Carmen las horas de antes, dando vueltas por la casa apuntes en mano repasando, una vez y otra (café) y otra (cigarro-café) y paquetes enteros de tabaco. Hasta el viaje en autobús camino de la universidad lo echaba la tía repasando. Yo, sin embargo, me pasaba una semana entera estudiando para un examen y no sé cómo pero el día de antes solía surgir alguna muy buena excusa para irse a echar una caña antes de comer. Una caña, ni qué decir tiene, que se convertía en 7 cañas, unos minis de calimocho, algún que otro cubata…. lo típico.

Para curarme en salud salí ayer, porque la verdad sea dicha no sé como será ir a trabajar de resaca, pero ir a un examen es muy frustrante, horas de encierro para nada porque tus neuronas aún están etílicas.

Conclusión:

Hoy: día previo a mi primer examen de este febrero. Asignatura: Datos II (puta estadística). Actividad diaria: perrear delante de los apuntes Horas de estudio: 20 min.

Menos mal que me conozco y ayer terminé de estudiármelo todo, de repasarlo y hasta de salir para evitar la resaca del examen.