martes, 9 de abril de 2013

Girls y la ansiedad



Cuando vi el primer capítulo de esta serie me recordó tanto a Skin que casi se me saltan las lágrimas de emoción, ¡al fin había encontrado algo de la misma calidad! La primera temporada cumplió todas mis expectativas: divertida, dramática, me hizo reflexionar y me sorprendió en cada capítulo. La segunda temporada… podrían habérsela ahorrado. Sólo 10 capítulos, que aunque parecen pocos he acabado únicamente por tesón, capricho y un poco de aburrimiento. Nada, esta temporada no me ha gustado nada y a duras penas he conseguido mantener mi atención en los 30 minutos que dura cada uno de ellos. Hasta el último, bueno no es que el último sea diferente, porque en realidad es tan soso y poco sorprendente como todos los demás, pero ha servido para volver a traer a mi cabeza los problemas mentales, su dureza y su incomprensión. Hace tanto que, por suerte, no sufro un ataque de pánico real que casi había olvidado esa sensación de miedo constante y desesperación, y ahora sin embargo dedico a reflexionar unos minutos sobre mi ansiedad pasada. No, no es bueno olvidarla, porque olvidarla significaría no tenerla presente y esto es necesario para prevenirla. Hay que ser capaz de estar atento para identificar el más mínimo síntoma y poder pararlo antes de que se te escape de las manos. Tengo que recordar cómo me hacía sentir, mi ser incapaz para casi todo para valorar realmente la energía diaria que siento en la actualidad para levantarme y hacer mil cosas que me encantan. No hay que olvidar a todas las personas que me ofrecieron su infinita paciencia, su apoyo, su cariño, sus palabras de ánimo aunque no terminaran de entender muy bien cómo me sentía realmente. No les culpo, no es algo fácil. Así que Girls, a pesar de tener una mierda de 2º temporada hoy me deja una sensación de felicidad e infinita gratitud por todo lo que tengo. No lo olvidéis: hay que aprender a ser felices con lo que tenemos, no es conformismo, es humildad. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario